Sueño (parte 2)

—Leah, yo... —es lo único que logro modular y sin la oportunidad de terminar la frase que no tenía ideas para seguir, ella se adelanta apoyando la suave palma de su mano sobre mi mejilla y dándole un afortunado beso a la otra. Es en ese instante donde olvido del todo la misión a la que tanta importancia le tenía.

Logro por fin controlar mis manos y las llevo a su cintura, aún intentando recuperarme de ese beso arrollador calibrando mis pensamientos e intentar terminar la frase sin final.

—Leah... —repito nuevamente con voz casi lamentosa, mientras ella ahora sujeta con ambas manos mis mejillas acercando su rostro al mío. Al notar lo que se viene en camino, mis ojos saltan de sorpresa, mientras ella comienzas lentamente a cerrar los suyos, fue en ese entonces que lo supe, este momento es el de la felicidad total, el de la infinita naturaleza de ser humano y estar completo. Sentí como sus labios se humedecían poco a poco junto a los míos, en esa muestra de cariño incalculable por cualquier maquina virtual. Separamos nuestros labios y pude al fin concretar una pregunta, mientras aún saboreaba el inconfundible sabor de aquellos segundos.

—Leah ¿por qué... si...?

Nuevamente no dejo que terminara mi frase y de inmediato, y sin despegar sus manos de mis mejillas, comenzó lentamente, a volver a hablar.

—Hay tontito ¿es que no recuerdas? yo soy impredecible.

Soltó una risita mientras me arrastraba contra la pared, comenzando, también ella, a disfrutar el siguiente beso, más apasionado y largo que el anterior.

La felicidad era clara, pero de pronto llego el recuerdo a mi mente, cortando todo hilo de realidad.

Esto es un sueño.

Había olvidado por completo, la fantasía de este mundo creado por la mente, a tal punto de creer que era la realidad.

Despierto boca abajo en mi cama junto con mi perro a un costado. Negando la realidad, vuelvo a cerrar mis ojos en un intento desesperado por volver a aquel momento ya guardado en la memoria, pero no consigo resultados. Aquel suceso ya se fue, ahora solo me queda repetirlo la veces que sean necesarias para volver a sentir ese sentimiento de realidad.

Me levanto de la cama, tomo desayuno y parto a clases.