Hospital

Caminando entre los múltiples trasfondos y situaciones sin contenido, quede inmerso entre todos estos hilos de mentiras y engaños. Sin opción de mejorar, sin opción de empeorar. Sólo, flotando entre un oscuro infinito, viviendo la tortura de una vida incompleta, preguntándome si en algún momento esta tormenta terminará.

¿Sabía la respuesta?

Sí, como un reflejo vino a mí de inmediato, alumbrando todos y cada uno de mis sentidos por sobre el inminente y fatídico final, mi muerte.

Pero algo ha sucedido, algo que me permitió volver a cuestionarme la realidad por la que estaba pasando. No puedo ignorarlo porque ya está aquí, pero puedo mejorar y salir, renacer de entre las sombras y flotar en ese mar de agonía. Dándome fuerzas para seguir y por primera vez en la vida, hacer las cosas bien. Al unísono comencé a forcejear entre las manos que desesperadas me arrastraban hacia el abismo, me impedían alcanzar la meta, situación que no permitiría ya bajo ninguna circunstancia. Mi mente alcanza niveles de incalculables de poderío con los cuales aplico todas mis fuerzas hasta el punto de casi caer agotado, ahora no es momento de aflojar, ahora es momento de volar y sobrepasar las vallas de agonía.

Abrí mis ojos y sentí de inmediato las lágrimas que recorrían mis mejillas. Desesperado comencé a buscar algún rostro conocido y al cual poder abrazar. Me encuentro recostado y el ambiente es frio, no veo más que una pequeña habitación blanca y cables en todas direcciones. Intento moverme, pero me faltan fuerzas, concentrando mi respiración más profunda en mis dedos.

No puedo.

Siento al corazón acelerarse, mis pulmones se apremian más pesados, ahora comprendo donde estoy, pero no logro recordar como llegue aquí, quiero respuestas y primero debo salir de aquí.