Mirada
Al igual que un buzo nada desesperadamente al ver un tiburón por la marea, yo aceleré el paso apenas vi su cabello con puntas teñidas, su baja estatura, su voz levemente chillona y perfil soberano, el cual me permitió dar otra pequeña mirada, una leve y diminuta mirada, a esos labios rojos, cojines en los cuales quisiera recostarme, esos enormes dientes de los cuales mis labios ansiaban ser víctimas y esos enormes y profundos ojos en los cuales me gustaría perderme para nunca más encontrar la salida. Surge un deseo en mí, de que al sentarme en unas bancas más adelante, ella apareciera a la vuelta de la esquina iluminando el ambiente con su armoniosa presencia, realizando ese contacto visual de dos segundos la cual después ella desvía. Pero está bien, me alegra decir que ella deberá acercarse para saludar y luego seguir su camino junto con un dejo de esquivez. Supongo que son consecuencias al haberme declarado previamente, no la culpo, cada quien es libre de sentir y expresar lo que le nazca y obviamente no discutiré aquello, solo lo dejare fluir y me sentiré más orgulloso de haberlo hecho.