Miserable
—¿Tienes algo que contarme?
—Sí, esta es otra miserable palabrería donde juro de guata mi muy “lastimosa” vida y me quejo de mis estupideces y timidez, porque… bueno porque tengo que quejarme de vez en cuando para despejar la idea de milagro que nunca llega y poder esperar por estos momentos la otra miserable cosa de mí y esa vendría siendo esta idea de que algún día llegara el mismo.
Aquí es donde puedo quejarme de mí y tirarme a la basura, pero por estos momentos intentare escribir algo para despejar los sentimientos que de pronto me nacen, después de volver a ver aquel largometraje.
Que tal una historia sobre un tipo muy solitario, aburrido a simple vista, donde el 95% de las personas lo encuentran para nada bello, pero que gran parte si lo encuentra agradable, donde puede verse como un fastidio para otros muchos, puede llegar a ser cargante e irritante cuando llegas a conocerlo, donde se refugia en el silencio para quedar más como un imbécil sin palabras, solo un don nadie que “por aquí parece que paso, no estoy muy seguro”. Ese tipo de persona que pierde su tiempo en un millón de estupideces y deja a su paso un millón de cagadas, las repasa, se dice a si mismo que la próxima será diferente, pero que aun así, no se aburre de seguir haciéndolo. Un tipo que se refugia en frases como “es solo que me falta esa inspiración” como un tonto, aquel que piensa puede ayudar a los demás mientras él se encuentra en aquella desgracia mental en la que el mismo crea, que el mismo vive, aquella en la que el mismo está sumergido y que al parecer quiere seguir allí, esperando el milagro, esperando con los brazos abiertos a cualquier señal y recreando en su mente toda clase de fantasías que rápidamente pasan a frustraciones y frases de “ser diferente la próxima”. ¿Es esa una vida? Quiero decir, ¿qué clase de juego está actuando? ¿En qué estás pensando? Deja de actuar así y ponte a trabajar, porque nadie lo hará por ti, como tú patéticamente intentas hacer con el resto, lo más miserable es verte creer que haces algo, cuando hay puntos en los que es una completa basura inservible toda intención de ayudar al otro. Si, a ti te hablo, tú mismo que estas escribiendo esto ahora mismo, completamente confundido acerca del porque sigues con tus manos en el teclado a las seis de la mañana. ¿Acaso ver ese largometraje te ayudo en algo? ¿Te hizo mejor persona? ¿Te ayudo a salir del hoyo que cavaste y en que estas metido? ¿Acaso hoy será diferente? ¿Acaso hoy harás todo lo que te propongas? ¿Acaso desde hoy comenzarás una nueva vida que completamente te hará mucho mejor, inspirado en algo que has pasado millones de veces en la cuales siempre llegas a la misma ideología que terminas ignorando a la semana? ¿Es eso lo que tratas de decirme? Por favor, evítame la risa y el burlarme de ti, y solo ve por allí a lamentarte a ti mismo, porque mejor no te tiras al suelo y te pones a llorar, abrazándote las rodillas deseando con todas tus fuerzas que todo esto sea una broma de mal gusto, uno de esos pésimos sueños, una cámara escondida donde esperas que la pared mágicamente se habrá y salga un locutor diciéndote que aprobaste la prueba y luego te presente el lujo de tu vida.
Qué lindo seria, ¿no? pues estás completamente erróneo si siquiera imaginas que eso tiene una chance de suceder.
¿Sabes qué? Ya me arte de hablar contigo, simplemente no lo vales, ve a tu agujero y sigue con tu lloriqueo, que yo me acomodare por aquí viendo tus desastres en primera fila. Mucha suerte imbécil, la necesitaras…
—Tienes razón
—Existen muchas cosas que están muy mal enfocadas en lo anterior, cosas que muchos notarán.
—¿Entonces?
—…Quiero que las noten…