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TDV Antofagasta 2017 #7


Al final me fui a bañar care raja, incluso me fueron a buscar, pasaba la Tamara por las duchas preguntando si quedaba gente, dijo que me apresurara y recalco que la cuadrilla no comería si no está completa. Al salir noto que están todos los voluntarios amontonados frente a la puerta del comedor, subiendo a paso acelerado por la escalera, escucho una voz gritar, —¡acá abajo!

Respondo en un tono que jamás escucharían, a la vez que estiro el brazo hacia atrás dándole el pulgar arriba, cosa que tampoco jamás verían porque cuando lo hacía ya estaba fuera de su vista y lejos de la escalera. El gato no se encontraba en su posición usual, la escalera se veía un poco vacía.

Tire las cosas en mi cama y digo "cama", porque… bueno, creo que ya se entiende ahora [PARTE ELIMINADA], porque se compone de una frazada roja delgada y saco de dormir.

Volví y mientras me asomaba a ver el tumulto de gente allí abajo, me detengo un momento para admirar el atardecer, esta vez pareciera que se había maquillado un poco, porque estaba mucho más hermoso y con más color, la presencia de la Tamara y una leve vista que me dejaba entrever las manos que me indicaban que bajara, me obligaron a comenzar a descender.

—Le sacaría una foto, si mi cámara no tuviera tan mala resolución —, mencione y mire a la Tamara, ella solo respondió con una leve sonrisa, luego comencé a bajar. El tumulto se encontraba gritando números, aún no comprendía el por qué, me acerque al ventanal y me entregaron un pequeño papel el cual mostraba un pequeñísimo conjunto de números y signos que dejaban ver a simple vista que se trataba de una operación matemática ¿División o razones?, la segunda opción seguramente era la menos probable, hasta que comprendí que los números que gritaban se trataban de resultados. División entonces, bastante sencilla, para el espacio del papel, veinte divido por diez. La idea era gritar el resultado, cosa que hice, no tarde más de un minuto en encontrar a la persona que portaba el resultado, un joven con lentes, delgado y alto. La actividad se trataba de cenar junto a esta persona, para conocernos, al menos esa era la idea, fuimos a retirar la cena, sopa de fideos, jugo y para mi sorpresa (que ciertamente exprese) un postre que parecía ser arroz con leche y dulce en su superficie. Acordamos un lugar donde acomodarnos, en los primeros puestos y comenzamos a sacar provecho de la actividad.

Luis, no pregunte apellido (no sé porque), un joven originalmente de Vallenar, que vive en La Serena y estudia en Coquimbo, otros datos más fueron los que se fueron intercambiando durante el dialecto, al igual que todos imagino, chico simpático.

Una de las ideas que se me cruzo por la mente, es que en la actividad pedirían presentar a la persona con la que cenaste, por lo que, “just in case”, decidí memorizar la información, una de las razones por la que está escrito aquí, me ayuda a recordar. Una chica sentada a mi derecha, descubriría que su nombre era Daniela (y aparente amiga de Luis) hizo exclamación de mi "correcta forma de sentarme", en manera de pregunta —oye ¿cómo le haces para sentarte tan derecho? mira está pero derechito —, parece ser buena onda también ella, otro detalle es que no le gusta que la llamen por su nombre completo, le gusta más "Dani", incluso me dijo que la llamara así, obviamente le hice ver mi punto de vista sobre lo que pienso de ello, lo lamentó y hubo un desacuerdo, pero finalmente me dijo —dime Daniela nomas —, yo decidí que cada vez que tuviera que llamarla, acudiría a la vieja confiable, "hey", "oye", "eehh disculpa", aunque no se lo hice saber, ahora viene la actividad.

Ok memorizar esas cosas no sirvieron para algo, fue por las puras. La actividad de hoy se enfoco en deslumbrar nuestras aptitudes artísticas en el área de la actuación.

Por cuadrilla, debíamos crear una pequeña escena sobre un tema que se nos dio, esto de montar un pequeño sketch es una las actividades infaltables de los trabajos, nuevamente "la vieja confiable" que nunca está ausente ¿Tema?, movilización social.

Después de una precisa definición de la carpeta y leída por nuestra jefa de cuadrilla, Anaïs (por si no mencione su nombre antes), planeamos y "ensayamos", todo en diez minutos, lo que se suponía debía representar una protesta en contra de las AFP. De los seis que éramos, nos repartimos los papeles, entre los que se encontraban: los tres bandidos (yo fui parte de ese elenco) encapuchados obviamente, una reportera, representada por Anaïs, un camarógrafo interpretado por Ignacio (compañero de cuadrilla, obviamente también) y un guanaco, imitado por Dino ([PARTE ELIMINADA], así es su nombre, no es un diminutivo). La cosa iba en que los bandidos salían primero gritando —¡NO MAS AFP, MAS IGUALDAD! —, con movimientos bruscos, la cual pretendía ser imitación al vandalismo, mientras eso sucedía la reportera y el camarógrafo daban noticia del suceso, a los momentos aparecía el guanaco para espantarnos a todos, sin antes darle una paliza al camarógrafo.

[PARTE ELIMINADA] cáncer para tus ojos con un poco de vergüenza ajena, en todo caso, recibimos aplausos de todas maneras al igual que las demás cuadrillas que se presentaron, que dicho sea de paso estaban súper bien a mi parecer. No soy director ni actor, pero para mí las demás estuvieron dignas de un fuerte aplauso. Concluida la actividad la Tamara se dirigió al grupo haciendo la respectiva invitación a discutir sobre el tema, dar opiniones y todo ese rollo. Estuve en desacuerdo sobre muchas cosas y me moría por levantar la mano para desahogarme, [PARTE ELIMINADA].

Al terminar la actividad, intendencia informo sobre los integrantes que conformarían la cuadrilla intendencia de mañana, no salí yo.

También informaron que servirían té para los que quisieran por lo que subí a dejar el atuendo que ocupe y baje a comedor, había un par de personas esperando, entre ellas estaba la Darling junto a su amiga Katherine, tampoco recuerdo si ya había mencionado su nombre. Me preguntó si había salido elegido para la cuadrilla intendencia, le informe aliviado y confiado de que no deberíamos salir porque ya salimos dos veces en el primer día y segundo por el almuerzo (lavando la losa), ella me dijo que aún existe posibilidad de que volvamos a salir porque reiniciaron las listas, me observa con rostro ¿impactado? ¿de sorpresa? (las palabras que dije son sinónimos, pero aún así siento que tienen mucha diferencia a la hora de definir el rostro que puso la Darling), nos pusimos a esperar el té en el ventanal y en eso recibe una botella de jugo de naranja (mi favorito) y me invita un trago al cual acepto encantado, al terminar el jugo que me invito la Darling lavamos las tazas, insistí en que me dejara lavar la suya por haberme invitado jugo, aceptó pero decidió que ella las ordenaría, le dije que no iba a discutirle nada porque no tengo tiempo, que tengo que escribir y que por eso se salvaba, ella río y respondió —cuando quieras —.

Algo que olvide mencionar sobre la actividad pasada, es algo que dijo la Tamara que me causo risa, fue que cuando apenas terminaron las obras, se para enfrente de todos para comenzar la charla y menciona —muy buenas todas las presentaciones de los chiquillos, los felicito, alcanzó para Juanes solamente, no para Oscars.


Preparo mi café y me dirijo al comedor a tomar asiento, la Tamara me detiene.

—Alto allí chiquillo, no se puede ingresar porque están en reunión

—Que injusticia ¿y ahora donde se supone que tome café? ¿Parado? —, pero antes de pensar en otra cosa, ella da la opción de sentarnos en la escalera, nos acomodamos y bien se unen todas las demás personas que retiraron su té, eso sí, para asegurarme me acerque a la entrada al comedor y pregunte a Rocío (parte de estaff de intendencia) si podía entrar.

—No, porque estamos en reunión —, me di por vencido —Ok —, respondí y con una sonrisa comprensiva me retire a la escalera. Todos los muchachos muy bien compartiendo, conversando y planeando que hacer ahora antes de acostarse, a todo esto, en esos momentos faltaban menos de treinta minutos para la media noche y estaban todos más animosos en que algo estaba saliendo posterior al té. Van a jugar a algo, “cartas” creí escuchar, vuelvo a entrar en ese espacio entre cocina y comedor a terminar el último sorbo de mi café parado, lavo mi taza y cuchara, atravieso la escalera que estaba llena a este punto de personas que tuve que maniobrar entre cabezas, vine a sentarme aquí afuera de la sala a seguir escribiendo, luego de unos minutos todos han subido también y se encuentran conversando y haciendo algo que aparentemente les divierte, porque las carcajadas comunitarias no dejan de repetirse, a unos pocos metros de distancia.

Qué bueno que me puse audífonos.

Ahora quiero ir a lavarme los dientes, ya vuelvo, [PARTE ELIMINADA] y volví a sentarme en la misma silla que puse, ahora se pusieron a fumar —yeeehhh.... —, (otro sarcas…ya se comprende) no sé cuantas personas ni cuantos cigarros, podría voltear la cabeza pero me da ¡PAJA! el humo alcanza mis narinas por unos momentos, pero solo un par de veces.

Un compañero se me acerca y me pregunta que estoy jugando, le menciono que no estoy jugando, sino mas bien escribiendo, en ese pequeño momento de interés se llega a la explicación del por qué, este chico, Nicolás, vendría siendo la cuarta persona que me consulta por mi tanta atención al celular. No voy a mentir, si me preguntan que tanto hago, respondo "escribir", si me preguntan el porqué, comienzo la explicación, un pequeño resumen que aclara las cosas y deja a la persona meneando un poco la cabeza, encontrando la acción buena y rostro un poco pensativo, como dije cuatro personas hasta ahora han realizado esas dos preguntas y recibido el resumen, luego se paso al tema de los campamentos y de cuantos trabajos tenemos encima, momento donde se acerca el Sebastián y pide de las galletas que el Nicolás tenía, allí fue cuando tuve la oportunidad de voltear hacía mi izquierda y descubrir que el grupo que estaba antes, se había dividido en dos, un grupo que seguía sentado allí conversando sobre algo y el otro en el escenario jugando cartas UNO, ese juego es lo máximo, me recordaba las veces que jugaba con uno amigo y su polola cuando asistían a otros trabajos, de hecho se trata de mi amigo Rodrigo y su pareja Inés, era con ellos con los que jugaba en los trabajos pasados, esta vez no se sumaron porque tenían un viaje planeado todo Febrero.

Antes de irse, los chicos me ofrecieron ir a jugar un rato, decline su oferta porque si dejo lo de escribir para después, se me van a olvidar las cosas y no las contare como se me vinieron a la mente, ya me ha pasado y no me gusta.

La espalda ya no me mata mas, eso ahora es cosa del pasado.

No puedo creer que ya sea sábado por la noche, siempre pierdo noción de los días de la semana cuando estoy aquí, eso me gusta, faltan doce minutos para las una de la mañana y la Tamara acaba de apagar las luces, la caja de fusiles se encuentra a mi derecha, a un paso, creo que me dijo algo que no pude entender, bajó la barrita que da la electricidad y se retiro, ahora está un poco oscuro pero las luces de la cancha apaciguan un poco la luz del celular.

El gato parece no tener intenciones de volver al tope de la escalera.

Ya son casi las una de la mañana y me iré a acostar, según veo de reojo, lo más ninja posible, las demás personas siguen en lo suyo, ahora me voy a dormir, [PARTE ELIMINADA], buenas noches.


Phase 2

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