TDV Antofagasta 2017 #11
De momento está por comenzar la actividad de esta noche, nos pidieron buscar una prenda, imagino que será para cubrirnos los ojos, sale más fácil que conseguirse muchas telas supongo. Esta noche me siento algo nervioso, el ardor de manos provocado por el chuzo se me olvida de momento, pero mi cerebro rápidamente me lo vuelve a recordar, veo a la gente acomodarse en la escalera, creo que la actividad está a punto de comenzar.
Nos vendaron.
Nos hicieron formar por cuadrillas y guiaron a través del colegio. Confianza, era la prima de excusa, un recorrido que incluía cambios de grupos, caminar solo, quedarse quieto, el sonido de un suave guitarreo que comenzaba a tomar más presencia me indicaba que habíamos llegado a destino, esto lo he vivido cinco veces ya antes de esta, la actividad donde abrimos nuestro corazón y soltamos más de lo que en un momento pensamos, ver a otras personas sincerarse de tal manera que no habríamos predicho, nos da la confianza suficiente de hablar acerca de nuestra propia historia y que algo que nosotros encontrábamos tan simple, hasta quizá innecesario, era la experiencia que mas recalcaba tu virtud y le hacía de punto inicial hacia un camino que elegiste tomar. Oportunidades de representar pensamientos e ideas en acciones simbólicas las cuales ayudan a crear ese compromiso, se espera, mantenga durante el resto de nuestra existencia y mas allá. Escuchas como cada vez las historias que relatan revelan la verdadera raíz de quienes deciden compartirla, te hace sentir afortunado de poder ser uno de los receptores de aquellas significativas palabras, según cada uno le ponga nivel.
El Juan Contreras, compañero del que mencioné, hace un discurso. El siempre sabe como ocupar las palabras a lo que yo también pienso, por lo que es una excusa fantástica para no hablar, ya que él lo hace y bien.
Algo que no predije fue que cuando comenzaba a hablar de sus primeros trabajos con techo, acerca de las anécdotas y personas maravillosas que había conocido, es que menciona a la Tamara, jefa de escuela, quien en esos tiempos fue voluntaria y durante esos trabajos del 2014 éramos miembros de la misma cuadrilla. Hablaba sobre ella, sobre lo maravillosa e inteligente mujer, bastante sabia y gran líder. Yo solo asentía levemente con la cabeza porque estaba más que de acuerdo con sus palabras. La sorpresa vino, que a todo esto me mantuve quieto en todo momento, cuando comenzaba a decir —…el Andrés, uno de los voluntarios con los que compartí ese año 2014 y una de las personas más humildes que he conocido y para todos los que hayan tenido la oportunidad de hablar con él… —, esa fue la frase que logre retener porque estaba concentrado en quedarme lo mas quieto posible, [PARTE ELIMINADA]. Cuando terminó su discurso la Tamara tomo la palabra, [PARTE ELIMINADA], la Tamara recalco datos del Juan, como el recordatorio al par de personas que conoce desde esos años, nos nombro al Juan y a mí y que al ver que después de los años vuelvan a encontrarse en la misma escuela que compartieron hace unos años atrás, ella no sabía si llamarlo destino u otra cosa, pero decía que estaba segura que eso la ponía muy feliz hacia la dedicación y compromiso que tenemos en cuanto al sentimiento que compartimos, luego hablaron varios más expresando su deseo interior.
Terminó la sesión emotiva para muchos (no para mí) y nos dejaron libres para ir a acostarnos, cerca de media hora pasada la media noche.
A todo esto terminé sentado a la derecha de la Darling, fiel a sus costumbres no exclamo nada durante toda la sesión, al igual que mi y otros pocos, esa es una de las cosas que quiero consultarle, se notaba algo aburrida y solo quería irse a acostar, le dolía la espalda. Momentos antes de terminar la sesión comenzó a toser, le pregunto si está bien y si necesita algo, ella dice que está bien y que solo quiere ir a acostarse, cosa que hizo, ya que cuando entre a la pieza luego de ver al montón de gente acumulada en las escaleras buscando mis audífonos, era una de las muy pocas personas que habían decidido unirse al sueño.
Tengo que limpiar los baños.
Voy a la cocina a buscar el trapo y la Rocío me da el cloro, subo a las duchas, comienzo a trapear. Para mi sorpresa la Rocío se acerca a los baños y comienza a preguntarme por las razones de mi ausencia verbal en la actividad, le explico mientras limpio, hasta un punto en que la conversación comienza a ponerse levemente más personal, comienza a hablarme de ella, después de unos comentarios en tono rock y revelarle que de las veces que la escuchaba decir algo con tono grave, casi como guturando, lo encontraba bastante tierno, es cuando comienza a hablarme un poco de su vida pasada. Obviamente no escribiré todo aquí, por respeto a su privacidad, así que solo comentare que ella era bastante metalera, acudía a todas las tocatas, era fanática de Slayer y tocaba el bajo, imagine yo que en una banda, pero no le pregunté eso.
Me mostró una foto suya de aquellos tiempos, tenia quince en esa foto, toda una niña mala, pero que luego cambio a una más dulce que debes en cuando se le escapa una chuchada. Es que la verdad encuentro muy tierno a ella [PARTE ELIMINADA] por ejemplo cuando dicen cosas enojadas como unas pequeñitas. Tiene una conversación bastante agradable e ingeniosa, con preguntas y respuestas que nos permitían expresar lo verdaderamente importante, lo encontré muy agradable y me gusto hablar con ella.
Ya había detenido el aseo hace rato, ahora estábamos conociéndonos, algo, era como una batalla entre argumentos, que ciertamente pierdo, en eso aprovecho de decirle que voy a terminar el punto que había quedado inconcluso la última vez que hablamos, ella entendió perfectamente y se puso toda orejas, pero luego sucedió que cuando comenzaba a retomar la idea de la última vez, es que llega el Dilan diciendo que necesita el trapo para limpiar el piso del casino. No se iba, se quedo hasta que termine de limpiar todo, la misma Rocío dijo cuando el Dilan llego —¡Pucha ahora justo llego el Dilan! —. Es entonces que la cosa quedaría para otro día, [PARTE ELIMINADA]. Subo y sigue el montón de niños en la escalera, se van abajo, van a tocar guitarra. Eso me lo dice ella Anaïs (mi jefa de cuadrilla), invitándome a acompañarlos, declino la oferta debido al sueño y porque tengo mucho que escribir. Son las dos con treinta y tres minutos de la mañana y me iré a acostar, hoy es lunes, bueno técnicamente martes.
Me alcanza el sueño, me voy a dormir, buenas noches.